Consultores Documentales

Una de las consecuencias positivas que nos ofrece la crisis es el incremento de las soluciones innovadoras, eficaces y eficientes ante la carencia de recursos. Además, los ajustes de presupuestos implican un uso más racional de los medios disponibles.

Pero ¿ahí se acaba todo? ¿Son únicamente los factores externos los que condicionan lo que ocurre en nuestros servicios de información, archivos, bibliotecas, etc.? ¿Realmente como técnicos especialistas sólo tenemos como alternativa rendirnos ante un contexto que presiona cada vez más?

En septiembre de 2011 escribí la Guía universal para la solución de problemas, una única entrada que puede ser un punto de partida para esta serie de contenidos que vamos a publicar y cuya lectura recomiendo porque aclara mucho el enfoque que quiero dar.

Para reducir la amenaza de los factores externos negativos, debemos poner en valor todas nuestras capacidades, no porque vayamos a conseguir el éxito o podamos asegurar la supervivencia, sino porque aumentamos las posibilidades de que eso ocurra.

Por eso las próximas entradas van a tratar sobre aquellas facetas que hacen de un gestor/gestora de información, un técnico perfecto. Se trata de un viaje más allá del umbral del confort, autocritico y que requiere esfuerzo.

Inteligencia, trabajo, motivación, constancia, flexibilidad, sencillez, innovación, orientación al servicio, resultados, tolerancia al riesgo y al estrés, etc., deberán ser algunos de nuestros compañeros de viaje.

En las próximas entradas empezaremos a ver al gestor de información perfecto, no sólo al técnico (archivera, bibliotecario, documentalista…) sino también al administrador, al facilitador, al comunicador, al vendedor… veamos a dónde nos llevan estas reflexiones.

Emilio Sanz, fecit