Antes de dar por buenos los datos debemos apoyarnos es una estrategia de cobertura sobre la calidad de la información recopilada.

El trabajo de consultoría requiere en muchas ocasiones la captura de información presencial vía entrevista personal. En el porcentaje “X” de las ocasiones el consultor resulta un mal inevitable para la persona objeto de entrevista y desea perdernos de vista rápidamente aunque hay un porcentaje “Y” que incondicionalmente nos quiere.

La calidad de toma de datos está determinada por:

  • La habilidad y conocimiento que tengamos sobre la materia objeto de estudio que permitirá dirigir una entrevista rápida al núcleo del problema recopilando información relevante.
  • La actitud y aptitud del entrevistado ante nosotros.

La calidad de la información recopilada depende también de este factor externo a nosotros sobre el que tenemos una capacidad de maniobra delimitada. Al fin y al cabo el proyecto de consultoría es el resultado de una decisión directiva y por lo tanto la responsabilidad sobre el mismo debe estar compartida, es decir por un lado el consultor debe hacer su trabajo de acuerdo con los objetivos previstos y del otro los miembros de la organización como participantes activos del proyecto deben colaborar adecuadamente. Este es un principio general que por si mismo no garantiza la calidad de esa colaboración.

No obstante existen métodos que permiten implicar más al entrevistado:

  • Se establece la agenda de la entrevista
  • Se adelanta formalmente el objeto de la toma de datos para no forzar al entrevistado a improvisar y permitirle además que recopile determinadas informaciones.
  • Se lleva a cabo la entrevista
  • Se procesa la información recopilada y se traslada a un formato normalizado de fácil lectura
  • Se establece un plazo razonable para su revisión y se reenvía la toma de datos procesada para la aprobación y/o modificación.
  • Se reciben las sugerencias y/o modificaciones o bien cumplido el plazo se da por cerrada.
  • Se consolidan los datos como revisados

Se trata en cualquier caso de ayudar y no agobiar. El colaborador agradecerá esta comunicación y el no colaborador deberá asumir su parte de responsabilidad.

Emilio Sanz, fecit,  empezamos a entrar en el análisis.