Un método sencillo para la gestión del riesgo tiene básicamente cuatro componentes:
1.- Identificación del riesgo: en el que debemos registrar el riesgo y analizar globalmente su consecuencia respecto al plan general. Es importante fijarse aquí la relevancia que cobra la planificación que hemos venido haciendo ya que somos capaces de estimar el impacto en el conjunto del proyecto, de una forma eficaz y eficiente.
2.- Analizar el riesgo: para conocer su naturaleza, causa y consecuencias como paso previo a ejercer un plan de acción sobre el mismo.
3.- Plan de actuación: preparar las acciones de prevención y contingencia, señalar un responsable con medios para ejercer las acciones pertinentes sobre el mismo, fijar calendarios y mantener informados a los afectados.
4.- Seguimiento y control: revisar el estado del mismo, los cambios necesarios y la efectividad del plan.
No olvidemos, aunque ya lo veremos en su momento, que esta circunstancia puede provocar un cambio en el proyecto y habrá que hacer una gestión del cambio, ya que probablemente impacte en costes, plazos y/o resultados.
Pero todo no nos adelantemos, todavía tenemos que redactar nuestra propuesta de proyecto.
Emilio Sanz, fecit.
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