En algunos casos los gestores de proyectos se conforman con culminar con éxito el paso descrito en la entrada anterior: Seguimiento y control de la incidencia.
Seguramente usted gestione la incidencia y cumpla con su objetivo inmediato: contener y corregir la situación anómala hasta que se repita.
Si es así, está dejando de lado lo mejor, la esencia del proceso de gestión de incidencias: proponer mejoras y rediseñar los procesos.
Sea proactivo e informe de su propuesta:
- Sintetice el problema
- Analice el impacto y proponga las mejoras
- Explique los beneficios
- Obtenga la autorización
- Hágalo
El círculo perfecto se cierra sólo cuando es capaz de mejorar el punto de partida. El procedimiento de gestión de incidencias que ha implantado inteligentemente es la mejor fuente de información y casi la única para proponer una mejora cualificada y cuantificada con éxito. Su papel como gestor proactivo orientado a la defensa de resultados de plazo, calidad, presupuesto y expectativas quedará reforzado.
Por otro lado, y sobre todo en el contexto personal, habrá obtenido una nueva experiencia en el ámbito operativo real, algo que la teoría no enseña.
¡Feliz incidencia¡
Emilio Sanz, fecit.
¡Eso! Sobre todo hay que hacerlo. Buenos post, felicidades.