Henry David Thoreau, decía que es tan difícil verse a uno mismo como mirar para atrás sin volverse.
Considero muy sano ser autocríticos con un sentido constructivo. Es bueno saber dónde presentamos debilidades, aunque a veces no nos gusta que nos lo digan, pero el inteligente sabe sacar partido de estas situaciones.
He observado en muchos clientes y alguna vez yo también lo he hecho, que ante un escenario problemático de servicio, como el que estamos viendo en nuestro archivo, las personas responsables de su gestión han tomado dos actitudes.
La negativa suele consistir en redactar insufribles informes y correos electrónicos donde se hace un inventario de problemas y de miserias que parecen hacer inviable el servicio.
La segunda actitud, la que me gusta y defiendo, hace ese mismo inventario de miserias, pero además se aporta valor. A la lista de debilidades se adjuntan escenarios de solución, planificados y valorados.
Siempre he pensado que si tu eres el encargado de prestar ese servicio de archivo y gestión de documentos y practicas la primera actitud, perjudicas tu posición, ya que si tu eres el que sabe de esa materia en la organización y sólo llegas a enumerar problemas sin plantear soluciones ¿por qué eres necesario en esa organización?.
Para que un directivo tome una decisión y se responsabilice de una inversión, debe saber en qué se gasta el dinero, para qué y cuales serán los beneficios obtenidos.
Esa entre otras muchas, es tu responsabilidad como archivero.
Emilio Sanz, fecit.
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