Si yo fuera un directivo con capacidad para contratar a un técnico que gestionara la información y los documentos de mi organización ¿a qué daría mucho valor?
Además de su formación y experiencia (esto último no es determinante) me gustaría tener en mi equipo a alguien muy focalizado en el servicio, que entendiera desde el primer momento que su razón de ser son sus clientes internos y externos. Pero además siempre he sentido una especial admiración por la gente con imaginación.
Me gusta este párrafo de Sun Tzu del capítulo de estrategia competitiva: “El ejecutivo hábil vence por medio del conocimiento y de la imaginación. Crea productos mejores; descubre necesidades no cubiertas, proporciona más satisfacción”.
Otro elemento sin duda importante es el liderazgo. Un responsable de un servicio corporativo de gestión de información y documentos, además de un buen técnico (conocimiento), debe ser un gran gestor (haz cosas mejores y a menor coste) y un líder nato de su equipo de trabajo (configura un equipo de trabajo de alto rendimiento). Me atrevería a decir que incluso un buen vendedor de servicios.
Un servicio de naturaleza horizontal como en el que habitualmente nos movemos tiene una gran ventaja si sabes utilizarla en sentido positivo. Tu posición te permite estar en contacto permanente con toda la organización, y por lo tanto te da visibilidad, para lo bueno y para lo malo. Por lo tanto, el mal gestor de información estará muy expuesto, pero aquel que sabe cumplir objetivos y mejorar constantemente los servicios dispone de una posición inmejorable: “Si un líder es inteligente y valiente, su organización y él prosperarán y se desarrollarán, con toda seguridad. Si un líder es pasivo y débil, su organización y el morirán, también con toda seguridad”
No pensemos en cualquier caso que esto es fácil, si no todo estaría lleno de grandes gestores. Como hemos comentado en otras entradas, el gestor de información debe ser tolerante al estrés y a ciertas indefiniciones funcionales, va con el cargo y la posición.
“Puede causar problemas al centrarse en las reglas más que en los clientes. Cuando los ejecutivos con mentalidad orientada a los procedimientos intentan gobernar los actos de las empresas a base de reglas engorrosas, los empleados se quedan confusos y el servicio a los clientes se resiente”.
El siguiente párrafo resume perfectamente la idea que estamos comentando: “La innovación y el desarrollo se rigen, no obstante, por la agresividad, la flexibilidad y la creatividad. El ejecutivo eficaz debe saber prosperar entre la incertidumbre y la ambigüedad”.
Emilio Sanz, fecit.
Consultores Documentales
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