En esta situación de crisis, uno de los consejos que más nos repiten es la necesidad de reinventarse como estrategia para hacerse atractivo y encontrar una nueva posición. Pero quizá, de cara a un usuario o cliente al que prestamos servicio, puede ser una alternativa más interesante que reinvente su catálogo de servicios y productos, adaptándolo a las nuevas realidades. Es posible que esto sea más sencillo y menos costoso.
Los ciclos económicos de abundancia nos sitúan a todos en un umbral de comodidad que frena esta proactividad en la innovación. Como estrategia anticrisis podemos tratar de hacernos atractivos a través de una prestación de servicios novedosos, cuyo foco principal es el beneficio de nuestros usuarios/clientes, bien porque ahorramos dinero, reducimos tiempos operativos, mejoramos sus resultados o, simplemente, porque somos capaces de hacer todo más sencillo y útil.
Es fácil hacer estas recomendaciones, la red está llena de este tipo consejos, pero ¿por dónde podemos empezar a gestar esa reinvención del catálogo de servicios?
Un método útil es apoyarnos en la metodología de Alex Osborn pero empezando por una reflexión individual, que resulta más operativa y sencilla, como primer paso. Una vez realizada esta primera reflexión podemos abordar la segunda fase: la redefinición experimental de un servicio o producto de nuestro catálogo.
En las próximas entradas vamos a ir desplegando estas ideas desde un punto de vista práctico y operativo.
Emilio Sanz, fecit.
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