Existen tres posibles opciones para afrontar un problema y no hay ninguna más:
- 1.- No hacer nada
- 2.- Reflexionar y asumirlo
- 3.- Trabajar para crear las condiciones que permitan cambiar la situación inicial
Esta guía puede parecer una broma o su título algo cómico, pero la reflexión de hoy puede ser un punto de partida útil para mucha gente. El contenido se inspira en una serie de comentarios y debates de un curso de formación al que asistí este año. Se trata, sencillamente, de la actitud que tome ante el problema y de asumir su resultado.
En el primer grupo, el que no hace nada, se suelen situar los que se quejan y no aportan soluciones.
El segundo grupo es el que nos interesa y del que obtenemos opciones interesantes. Habrá un grupo de personas que reflexionarán sobre el problema y sus consecuencias, llegando a la conclusión de que lo más útil, una vez que se conoce la naturaleza del mismo y su alcance, es convivir con el problema.
Por otro lado está el grupo de personas que consideran que se debe trabajar para cambiar la situación de partida y, al menos, se esfuerzan por intentar conseguirlo.
Si tiene un problema en su proyecto, considere una de las tres opciones y responsabilícese del resultado.
Emilio Sanz, fecit.
Emilio, ¿podrías poner un ejemplo que distinga la segunda de la tercera opción en el ámbito documental? porque, ¿hay que convivir con el problema por ejemplo de la mala gestión que se hace de los soportes de documentos? Me refiero a la duplicación papel-electrónico, a la duplicación de versiones de documentos…
Gracias por la reflexión
Buenas noches Mónica y gracias por tu participación.
Piensa en la relación coste – beneficio y también en la situación actual de limitación de recursos.
En el caso de tener que convivir con el problema y en el contexto actual puedo hacer un análisis para valorar el coste de esa ineficiencia que comentas. Imagina que llego a la conclusión que soy capaz de mejorar la calidad de servicio y reducir los costes derivados del archivo físico, pero como no dispongo de medios para implantar esa mejora y además no se considera prioritaria en la organización, convivimos con ella, pero conozco con detalle el alcance del problema y sus consecuencias.
El tercer grupo más activo e inquieto, se pelea para tratar de cambiar el problema , recogerá el reto anterior y aplicará su esfuerzo, inteligencia e innovación para conseguir esa mejora aunque carezca inicialmente de medios.
Es más bien una actitud que una cuestión técnica. Saludos.
…para la solución de problemas universales…
Al tratar de elegir «la herramienta» y ya con las explicaciones adicionales, me parece que lo ideal sería 2+3; esto es, reflexionar, hacer mío o responsabilizarme de lo que me corresponde y actuar. Si no, aunque sea yo capaz de encontrar las soluciones perfectas en mi cabeza, si se quedan allí guardadas, es como no hacer nada. Entonces, dependiendo de la situación, es actitud y cuestión técnica o material (recursos). Algo así como «queriendo todo se puede».
¡Saludos!
Victoria Hernández
Hola Victoria
Comparto tu punto de vista. Como bien dices no debemos dejar la acción en un plano teórico sino que debemos actuar, asumiendo el riesgo de poder equivocarnos. Eso es más interesante que la inactividad. Un saludo ¡