Tenaz

En alguna ocasión he escrito que hay tres tipos de actitudes frente a los retos y problemas: no hacer nada; analizar la situación para conocer las consecuencias y asumirlas; y, por último, esforzarse por cambiar las cosas.

Nuestro gestor de información se encuadra claramente en este último grupo. No sólo es tenaz, sino también perseverante. La RAE define tenaz como “Firme, porfiado y pertinaz en un propósito”. Creo que queda clara la idea.

Hay profesionales que se acomodan enviando un correo electrónico con la descripción de una necesidad o problema, para dejar su conciencia tranquila, antes que asumir el reto de presentar una solución, aun a riesgo de ser ignorado.

El gestor de información prefecto se alimenta de retos y acompaña su tenacidad con dos actitudes complementarias: por un lado, sabe concentrar su esfuerzo sin dispersarse y, por otro, es muy resistente ante las negativas. Analiza cada tropiezo, hasta perfilar el producto o servicio que se acomoda a las necesidades de su cliente y al “contexto político” de la situación. Siempre tiene en la mente cómo beneficiar a sus usuarios, porque ellos justifican su existencia en la organización. Todo ello lo acompaña con una ejecución veloz y eficiente, espera la oportunidad y, cuando considera que las posibilidades de éxito han aumentado, lanza una propuesta rápida, útil y con resultados inmediatos.

Para combatir el desanimo y la desidia, comencemos por variar nuestro punto de vista. Piensa en tu cliente y ayúdale en su actividad diaria.

¿Crees que es una actitud útil?

Emilio Sanz, fecit.