Arsenio Sánchez Hernampérez. Los desastres en los archivos.Tengo en mis manos el último libro de Arsenio publicado por la editorial Trea titulado “Los desastres en los archivos. Cómo planificarlos. Una guía en siete pasos”. Un texto útil muy orientado a soluciones prácticas en tiempos de crisis.

¿Quién es el autor?

Arsenio Sánchez Hernampérez, es licenciado en Geografía e Historia y Diplomado en la especiali­dad de documento gráfico de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Cultura­les de Madrid. Desde hace más de 18 años forma parte de la plantilla de restauradores de la Biblioteca Nacional de España y es conocida su labor docente en los más diversos campos de la conservación documental. Autor de Políticas de con­servación en bibliotecas (Madrid: Arco/Libros, 1999), editor del Manual de planificación y prevención de desastres en archivos y bibliotecas (Madrid: Funda­ción Histórica Tavera, 2001) y de una treintena de artículos en publicaciones especializadas, sus investigaciones abarcan desde la recuperación de técnicas de en­cuadernación antigua al desarrollo de métodos de gestión en preservación, pasando por la filosofía de la restauración o el memoricidio cultural. Entre 1999 y 2001, participó activamente en la reconstrucción de los servicios de Conservación de la Biblioteca Nacional Universitaria de Bosnia-Herzegovina en Sarajevo, una experiencia que le marcó personal y profesionalmente.

P. ¿De qué trata este libro?

R. De planificación. Este manual es una guía práctica que desarrolla los pasos necesarios para la redacción de planes de desastres en archivos y depósitos documentales.

P. En la página 20 del libro escribes “La proliferación de literatura y recursos de fácil acceso no ha supuesto un incremento en la implantación de los planes de desastres en los archivos y las bibliotecas. En un país significativamente concienciado como es Estados Unidos, un cuestionario realizado en 1988 y contestado por 182 bibliotecas universitarias y de investigación reveló que el 50,6% había sufrido algún tipo de contingencia en los cinco años anteriores, el 79% carecía de programas escritos y el 96% desconocía los recursos para el salvamento de sus propias colecciones.” Mi pregunta es ¿cómo estamos en España?

R. Parece que el terremoto de Lorca ha despertado algunas conciencias en el Ministerio de Cultura, pero tengo la sensación de que esto pasará tan rápido como se apaguen los flashes de la prensa. La situación de la conservación documental en España deja mucho que desear. El desarrollo de la digitalización y las enormes inversiones que se están realizando en esta materia sólo son una cortina de humo que oculta carencias estructurales muy graves. No existe en la administración un grupo facultativo especializado en la conservación del patrimonio y ello tiene consecuencias evidentes: los archivos que disponen de especialistas en restauración son muy escasos y no hay una sola institución documental en nuestro país que cuente con un servicio de conservación preventiva. Las tareas de planificación son asumidas por personal no especializado que debe enfrentarse a presupuestos muy limitados y una precariedad de medios insultante. Curiosamente, las administraciones no consideran la preservación de los archivos como una necesidad permanente y gran parte de lo que se hace, responde a impulsos y es realizada por empresas externas que tienen un contacto esporádico con los fondos y los problemas de la institución. En este contexto, es difícil pretender que los archivos realicen planes de conservación y mucho menos de gestión de catástrofes.

P. ¿Quién debe usar este libro?

R. La enorme cantidad de literatura publicada sobre conservación en los últimos años no se corresponde con el grado de aplicación. Ello tiene que ver con la situación que comentaba antes, pero también con el autismo. Con frecuencia, los autores escribimos más para nosotros mismos que para los lectores potenciales y no siempre conectamos con sus intereses. Esto es algo que el editor me planteó desde el principio: el texto debería ser de utilidad en cualquier tipo de archivo y tenía que contar con que no todos disponen de personal capacitado y, mucho menos, de medios. Esta ha sido la principal premisa con la que he trabajado, de ahí que en cada paso se planteen opciones diferentes que cubren un rango amplio de posibilidades.

P. ¿Por qué se debe usar este libro y qué beneficios se obtendrán?

R. La literatura sobre gestión de desastres en archivos es muy extensa. Se puede encontrar de todo, desde listas de materiales para recuperarse de una inundación a cómo firmar una póliza de seguros, manuales on-line y folletos de autoplanificación. El método es bueno, pero está pensado por profesionales anglosajones para cubrir sus necesidades y la traducción a nuestro contexto falla estrepitosamente. Nuestro deseo es el de ofrecer una herramienta que permita a los archiveros españoles e iberoamericanos analizar su situación, que les capacite para valorar alternativas reales y que sepan elegir los medios más adecuados para proteger su archivo frente al riesgo de un siniestro.

P. ¿Qué editorial lo ha publicado y dónde se puede adquirir?

R. El libro forma parte de la colección Archivos Siglo XXI que dirige Joan Boadas para la editorial Trea, una de las editoriales españolas más prestigiosas en archivística, biblioteconomía y museología. Está disponible en las principales librerías y también se puede comprar on-line, en la web de Trea (www.trea.es).

Gracias, Arsenio, por compartir tus conocimientos y opiniones en nuestro blog.

Emilio Sanz, fecit.