Indicadores

Antes de entrar en consideración sobre las herramientas y estrategias de mejora tras la implantación inicial de una gestión por procesos, veamos unas ideas básicas sencillas pero muy operativas, de esas que nos gustan.

Encontrarás con facilidad en documentos escritos hace bastantes años dos principios  que un buen gestor debe tener en el salvapantallas del ordenador como recordatorio permanente:

  • No se puede gestionar lo que no se conoce
  • No se conoce lo que no se mide

Si alguien no tiene capacidad de implantar una gestión por procesos o bien le parece excesiva para el tamaño de su organización, departamento o grupo de trabajo, puede utilizar estas dos ideas.  Se trata de pura lógica, fácilmente asimilable y tremendamente útil. No dudes en incorporarlo a tu caja de herramientas.

¿Cómo se gestionaría un proyecto en el que se ignora el grado de avance, los riesgos de desviación, la capacidad diaria de producción, el análisis de tendencias, etc.? Creo que a más de uno/a le suena esta situación.

Un proyecto con buenos técnicos pero con un mal gestor no tiene porqué salir mal, pero se incrementa el riesgo de que se malogre, sin entrar a considerar otros aspectos que si serían cuestionables.

¿Por qué en ocasiones vemos cómo se acomete un proyecto documental de cualquier naturaleza y algo que a priori parece abarcable en un plazo estimado de tiempo se descontrola sin una causa lógica aparente? Seguramente si preguntas sobre los sistemas de medición y control del proyecto y el modelo de gestión aplicado descubrirás sorpresas desagradables.

Desde mi punto de vista esta situación anómala afecta tanto al responsable del encargo como al que lo ejecuta. Este último por su mala práctica y el primero por su falta de vigilancia.

Y si te asusta ese panorama de proyecto, ponte a temblar respecto a la posible calidad del servicio/producto final.

Continuamos en la siguiente entrada con algún ejemplo práctico.

Emilio Sanz, fecit.